La historia que esta oportunidad nos cuenta, el ingeniero William Arroba nos deja pensando en todos que los iconos sagrados no se pueden nunca subestimar, ni mucho menos tratar como un objeto que sirve para cualquier cosa.
En esta época decembrina, son muchos los hogares o las familias que, por tradición o por creencias religiosa, adoran con mucha fe y devoción a la sagrada figura del niño Jesús.
En la historia de la humanidad se registran varios testimonios que dan cuentan de los males que han recaído sobre aquellos que se han atrevido a irrespetar los iconos sagrados en los escenarios propios de aquellas comunidades que los veneran. Para no ir tan lejos aquí hay un testimonio más que lo confirma. Los invitamos a Escúchelo.